El conjunto nazarí no ha podido ganar pese a respetables actuaciones en sus 2 primeros partidos.
Este domingo primero de septiembre el Granada CF estará de visita en el RCDE Stadium de Barcelona para buscar su primera victoria en liga frente al RCD Espanyol, equipo que acostumbra a vender muy caras sus derrotas sobre todo en casa propia.
Los dirigidos por el técnico español David Gallego Rodríguez vienen de caer en su primer encuentro liguero de locales por 2 a 0 frente al Sevilla y alcanzar el único punto que tiene en liga tras empatar el pasado domingo con el Alavés de visita.
Pese a estos resultados, el equipo se mantiene inspirado tras empatar este jueves a 2 tantos con el FC Zoryá Lugansk en el Slavutych-Arena de Ucrania en el partido de vuelta de Play-Off de la Europa League y avanzar de ronda con marcador global de 3-5.
Los de Diego Martínez por su parte buscaran afanosamente detener una mala racha de 15 partidos consecutivos sin poder alcanzar una victoria en Primera División Española y así evitar igualar su peor registro histórico de 16 encuentros sin poder ganar alcanzados en la temporada 2014-15.
El conjunto rojiblanco viene de 2 aceptables actuaciones en su regreso a primera pese a no poder sumar de 3 puntos. Tras empatar a 4 tantos en espectacular remontada en su debut de visita al Villareal, cayeron dolorosamente en Los Carmenes por la mínima también frente al Sevilla FC.
Ambos conjuntos presentan iguales características defensivas pese a una considerable ventaja del graná en la ofensiva con 5 tantos conseguidos por ninguno de su rival, aunque los locales no pierden con el Granada en partidos oficiales desde la temporada 2013 de primera división, registrando en este lapso 6 victorias y 2 empates en 8 encuentros y sendas victorias en los 2 últimos partidos entre ambas oncenas.
Dicha situación amerita medidas extraordinarias en el planteamiento táctico del equipo, por lo que se espera una alineación nazarí un poco más rápida y desbordante en la cual Darwin Machis podría ser el engranaje necesario para un perfecto acoplamiento en el ataque.
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